1.
LOS POLITICOS NEOPOSITIVISTAS DE DERECHA Y LOS DE
IZQUIERDA, de Colombia,
se equivocaron al efectuar mediciones de opinión por medio de encuestas y
apreciaciones, a través de los mismos principios políticos e ideológicos. Ambos
bandos fallaron utilizando el mismo esquema general de preguntas abstractas
sobre la paz y la guerra, fuera de contexto. El pensamiento superficial de la
población interpretó cuestiones de capital importancia, desde posiciones del
neopositivismo. Sabido es por cientos de años que el neopositivismo nunca
sirvió para investigar fenómenos sociales.
2.
LA DERECHA TRADICIONAL CONSERVADORA, que mueve lentamente sus formas de pensar en
política, recibió una cosecha de “NO” en el plebiscito por la paz realizado el
dos de octubre recién pasado, como resultado de la única educación que ha sido
sembrada durante siglos en las generaciones colombianos desde la cuna o antes,
desde las entrañas maternas. Toda esa educación sistematizada, repetida y
remachada todos los días por las familias, la población, las aulas, los
hogares, las radios, periódicos, televisión, gobiernos, medios, etc. es lo que
ha crecido y se ha fundido en el mismo ser de nuestras sociedades
latinoamericanas. Las antiguas colonias españolas conservaron, en esencia, esa condición cultural
cuando pasaron a ser repúblicas independientes.
3.
LA IZQUIERDA POLITICO IDEOLOGICA, si bien es cierto que no podía superar la
situación histórico-sicológica en un solo acto, cargado con un pasado de siglos,
también es cierto que, como fuerza política apoyada en ciencias sociales intelectualmente
más experimentadas, debió haber mejorado las formas y procedimientos de
proponer la realización del plebiscito por la paz, hasta donde pudiera. Es
conocido que casi todos los métodos y procedimientos utilizados en las negociaciones
fueron propuestos de los negociadores gubernamentales dirigidos por el Presidente,
Juan Manuel Santos. Además, los grandes intereses del crimen organizado de los
narcotraficantes internacionales, más la poderosa influencia oficial de la
Agencia Central de Inteligencia CIA, de Estados Unidos, y muchos otros poderes
políticos y económicos, lanzaron al juego enormes recursos de todo tipo para no
arriesgar su mayor negocio, y constituyeron fuerza decisiva para canalizar los
resultados del plebiscito por la paz.
4.
TODAS LAS SOCIEDADES LATINOAMERICANAS, con sus dirigentes a la cabeza deberán efectuar
análisis económicos sociales y políticos mucho más profundos, sobre las
realidades locales, a fin de descubrir perspectivas futuras con mayores posibilidades
de inclusión social, esclarecimiento y triunfos revolucionarios, para derrocar
a las derechas pro-imperialistas, ahora envalentonadas en América Latina, al
haber truncado algunas aspiraciones de pueblos progresistas de la región, que
estaban siendo orientados por dirigentes democráticos elegidos por sus pueblos.
Los partidos y fuerzas progresistas deberán de valerse de nuevas formas
pedagógicas para incluir a más personas en sus mensajes educativos de orientación
política.
5.
CON LA ENORME FUERZA POLITICO-IDEOLOGICA que canalizan a través de poderosos medios de todo
tipo, las derechas crean situaciones que son capaces de convertir lo negro en
blanco. Véase la situación colombiana: allá el ex presidente Álvaro Uribe, y ahora
Senador, es un individuo que en vez de estar pagando sus crímenes en las
cárceles, está determinando el destino del pueblo colombiano. ¿Por qué? Porque
sus manejadores imperialistas y narcotraficantes le colocaron en la posición de
encabezar a las fuerzas oscuras que patrocinaron el NO, en el plebiscito por la
paz. Sin embargo, hace dos días Álvaro Uribe, está sentado ante el Presidente
Santos, determinando que hacer con los Acuerdos de Paz que durante cuatro años
discutieron los negociadores oficiales del gobierno colombiano y los
guerrilleros en la Habana, contando con las garantías de varios países y el
respaldo de numerosos organismos internacionales, incluidos las Naciones Unidas
y su Consejo de Seguridad.
6.
SEGÚN LAS DECLARACIONES de las FARC-EP y el Gobierno colombiano, ambas
partes, no volverán hacia atrás en lo acordado sobre el conflicto armado. Ese
aspecto constituye ganancia para la nación colombiana, es sin lugar a dudas una
gran conquista de la racionalidad pacifista, ante la sinrazón de los
guerreristas. Los guerreristas no tienen que estar alegres, ya que tanto los
guerrilleros a través de sus comandantes como las autoridades colombianas a
través de su Presidente, han asegurado que los Acuerdos de Paz, servirán sólo
para impulsar la búsqueda de las rutas que conduzcan a la finalización total
del conflicto y al establecimiento de la paz, y nunca serán utilizados para retroceder.
Los comandantes guerrilleros específicamente el Comandante Timoshenco de las
FARC-EP ha dicho claramente que las palabras serán los únicos medios en
adelante, para discutir las diferencias políticas entre las partes
negociadoras. En todo caso, la movilización del pueblo colombiano exigiendo la
paz total en Colombia, es la única garantía de que las élites pro imperialistas
no volverán a capturar el gobierno colombiano, que es lo que busca Álvaro
Uribe.
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