El
ejército salvadoreño como siempre, estuvo al servicio de la oligarquía terrateniente,
y traicionó los ideales de la juventud progresista que trataba de renovar el
pensamiento democrático popular.
1-. Este martes dos de abril
se cumplen 75 años de la insurrección Cívico-Militar, de un grupo de
salvadoreños que intentaron derrocar al dictador Gral. Maximiliano Hernández
Martínez, que 13 años antes había asaltado el poder de la presidencia de la República
el 2 de diciembre de 1931, derrocando al único presidente, Ing. Manuel Enrique
Araujo, que en toda la historia republicana de El Salvador ha sido elegido
democráticamente por el pueblo salvadoreño. Aquel 2 de abril de 1944, buscaba
terminar con la dictadura del masacrador del pueblo en 1932, que asesinó al compañero
Farabundo Martí, y a 30,000 salvadoreños y salvadoreñas más. Muchos
historiadores locales se refieren a aquel acontecimiento de gran importancia
para la historia de nuestro país, como un golpe de estado más de los muchos que
ha habido en el decursar histórico, pero no es como lo afirmaban, y se tuvo esa
idea hasta que el Partido Comunista de El Salvador, PCS, realizó
investigaciones profundas de los hechos, llegando a la conclusión de que
aquella masacre contra el pueblo fue obra planeada por la oligarquía, los
terratenientes y los militares más reaccionarios que siempre tuvo a su servicio,
entre otros, al Cnel. Aguirre y Salinas. Aquel verdugo de la clase obrera y del
pueblo desde la Policía Nacional, efectuó matanzas de trabajadores, entre ellos
varios activistas del Partido Comunista de El Salvador, PCS, creado el 28 de
marzo de 1930, en los alrededores del Lago de Ilopango.
2.-
Destacamos de manera clara una cuestión principalísima relacionada con el
ejército salvadoreño, y esperamos que en la memoria de nuestro pueblo quede
bien clara, de manera definitiva que el ejército salvadoreño organizado por
Manuel José Arce, durante todo el tiempo ha estado y sigue estando al servicio
de la oligarquía y los terratenientes millonarios, y para servir a éstos no le
importó en ningún momento actuar como verdugo de los militares progresistas que
de cuando en cuando aparecían en la historia, y es así que el 2 de abril de
1944, los militares al servicio de la oligarquía asesinaron a decenas de
jóvenes que tenían sentimientos patrióticos y democráticos, y sin que mediara
juicio justo, contando sólo con la orden del tirano Hernández Martínez y la
oligarquía, fusiló a militares renovadores que gozaban de gran prestigio y
simpatía en las filas castrenses. Recordamos con reverencia patriótica por la
causa que defendían, a los militares fusilados el 10 de abril de 1944, Gral.
Alfonso Marroquín, Cnel. Tito Tomás Calvo, Tte. Cnel. Alfredo Aguilar, Capt.
Mayor Julio Faustino Sosa, Capt. Manuel Sánchez Dueñas, Ttes. Marcelino Calvo,
Oscar Armando Cristales, Sub Ttes. Edgardo Chacón, Antonio Gavidia Castro,
Ricardo Mancía González, Miguel Ángel Linares y muchos otros. Así mismo fusiló
a civiles, entre los cuales recordamos a Víctor Marín, a quien el Poeta Osvaldo
Escobar Velado se refiere en su magnífico poema, Mural De Abril.
3.-
igualmente el tirano Hernández Martínez y la oligarquía, fusilaron el 23 de
abril de 1944, a los Capitanes Carlos Francisco Piche Menéndez, Carlos Gavidia
Castro y muchos más, ante quienes, con mucho respeto inclinamos las banderas de
la patria en honor a la causa que defendieron.
4.-
Después de la masacre del tirano Martínez, del Gral. José Tomas Calderón, jefe
del ejército y de la oligarquía en 1932, siguen fusilando a nuestro pueblo
indígena de Izalco, cada vez que empieza una campaña de farsa electoral,
calificada de democrática, la derecha asesina a nuestro pueblo campesino en
nombre de la democracia con increíble ostentación de cinismo; pero el resto de
la población ingenua y peor ignorante (maestros, universitarios, politiqueros
de izquierda y derecha, etc.), no se pregunta por qué semejantes actos de saña
criminal en la misma plaza donde fue colgado Feliciano Ama y humillado de
rodillas Francisco Sánchez.
5.-
“El Partido Comunista de El Salvador, fue la única organización que
subsistió, pero en condiciones muy
precarias. Sin embargo, permaneció vinculado con las masas, procuraba
organizarlas bajo aquellas condiciones de represión y de intolerancia absoluta.
En abril de 1944, el PCS, participó al lado de militares y civiles demócratas
en el derrocamiento del tirano Maximiliano Hernández Martínez. Militantes del
PCS y obreros dirigidos por Nuestro Partido, tomaron las armas de aquellos
cuarteles cuyas puertas fueron abiertas por los militares demócratas. Después
de tres días de encarnizados combates, la insurrección fracasó, pero a fines de
abril y principios de mayo, el pueblo realizó una gran huelga general que puso
fin a la tiranía, el 9 de mayo de 1944, e hizo huir al tirano”.
¡HONOR A QUIEN HONOR MERECE! ¡GLORIA A LOS HÉROES Y MÁRTIRES DE LA
INSURRECCIÓN DE 1944!
El
Salvador, 2 de abril del 2019.
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