1.- LA GEOFAGIA (EL HAMBRE DE TIERRA) DE LOS TERRATENIENTES
1-) El gobierno del Gral. Tomás Regalado, culminó el dominio terrateniente–oligárquico, al final del siglo XIX, y prolongó su administración hasta 1903. Aquel proceso social operado en la clase que dominó la actividad económica desde la Independencia de 1821, en lo fundamental había concluido su ciclo de acumulación de riqueza. El período aludido fue cerrado con broche de hierro, por medio de la “genial” idea de la oligarca Concha de Regalado que décadas más tarde obsequió al gobierno del Gral. Maximiliano Hernández Martínez, miles de cadenas para que sacarán a los presos a trabajar en obras públicas, y descontaran la comida que les daban en la cárcel.
La clase de los terratenientes afeudalados y aburguesados, al mismo tiempo, envejeció de modo natural convertida en monstruo odiado, pero temido. En las primeras dos décadas del siglo XX (1920) era evidente el agotamiento de las formas en que apoyaron su estilo de gobernar el país, poniendo en práctica una combinación de ataques de su poder económico con el poder político que detentaban. De aquel modo, habían logrado simplificar “su método” de enriquecimiento aplicando la voracidad sobre las tierras de los pequeños propietarios para arrebatárselas por cualquier medio, incluida “la cesión voluntaria” de los campesinos pobres a los terratenientes millonarios:
“Los hermanos Dueñas y Orellana utilizaron la coacción y la impunidad contra los campesinos para apoderarse de tierras ejidales y privadas, mediante una simulación de cesión voluntaria que, propiamente, era una coacción por la amenaza de violencia judicial, pues los ex-propietarios, para evitar procesos largos y onerosos, en que peligraba su libertad y la vida, se despojaron de sus terrenos, entregándolos al señor Pablo Orellana, miembro de la sociedad Dueñas y Orellana, quien les dio indemnizaciones menos que simbólicas”. (Licda. Geraldina Portillo: El Origen de la Burguesía Cafetalera: Caso La Libertad, Historia General de El Salvador, Editorial Nuevo Enfoque 2002).
2-) La concentración y centralización de la tierra y la riqueza que produce, en manos de un reducido grupo de familias terratenientes emparentadas con extranjeros, se convirtió en la roca situada en el centro del camino que obstaculizó durante todo el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, el progreso económico social y cultural del pueblo salvadoreño, que persiste hasta nuestros días.
Los grupos de terratenientes que hasta 1886 tuvieron algunas diferencias ideológicas como conservadores y liberales, las borraron, y aquellas antiguas posiciones con matices de pensamientos diferentes, desaparecieron del todo.
La cúpula del poder oligárquico se convirtió en el centro político total que marcó el rumbo de la economía cafetalera ejercida en conjunto como conservadores y liberales, como actividad principal mono-agro-exportadora, sin ningún tipo de diversificación ni valor agregado al café. Más de un siglo exportaron el grano tal como lo producía el sudor de las masas trabajadoras mal pagadas, y las tierras acaparadas por un pequeño grupo de voraces millonarios.
3-) La Constitución liberal de 1886 proporcionó estabilidad al gobierno hasta que el Gral. Tomás Regalado, dio un golpe de Estado en 1898 y asaltó la presidencia de la República. La oligarquía terrateniente no se regeneró jamás con respecto al ejercicio del gobierno, y todo el tiempo estuvo por encima de los poderes del Estado, y continúa estándolo hoy, ante los ojos de todas y todos que les permiten hacerlo por ser, la mayoría, ignorantes de la propia historia nacional.
2.- La Dinastía Meléndez – Quiñónez
(1913/1927)
1-) La llamada “Dinastía Meléndez-Quiñónez”, se inició con la presidencia de Carlos Meléndez, el 9/2/1913. Asumió el gobierno después del asesinato del Dr. Manuel Enrique Araujo. El asesinato político a través de sicarios a sueldo fue una creación de los terratenientes salvadoreños afeudalados. En El Salvador, el pago de “cien pesos y la pistola” fue toda una institución de asesinar por encargo a precio fijo y por cualquier móvil.
2-) Los Meléndez-Quiñónez gobernaron durante 14 años. Su gestión tuvo como principal preocupación en sus seis gobiernos, administrar el atraso del país sobre la base de un modelo agro-exportador bastante agotado y con un pueblo carente de servicios de salud y educación suficiente, que mal vivía de cualquier modo, y que se aproximaba a una de sus crisis económico-políticas que hizo historia en el pueblo salvadoreño con el 75% de analfabetismo. Los Meléndez Quiñónez por ser agricultores cañeros, agregaron a los productos de exportación el azúcar destinado al mercado captador de divisas en el exterior. Otros productos agrícolas como el algodón y el henequén consumidos por las tejedurías artesanales, no tuvieran impacto económico significativo en la conformación del producto interno bruto.
3-) Se trataba de una sociedad llena de contradicciones de todo tipo, pero el país se endeudó con grandes sumas ante la IRCA, Internacional Railways of Central América, y esta empresa imperialista intervenía directamente en los asuntos internos de El Salvador, incluso en el cobro de impuestos aduanales en puertos, sin embargo, en aquel periodo aumentó la pavimentación de la capital. Llegaron los primeros automóviles que pronto estuvieron compartiendo las calles empedradas con las carretas cargadas de fruta, leña y leche, alternando con patachos de mulas en el centro de la capital. En aquel periodo también inició funciones en la capital salvadoreña la primera radioemisora centroamericana, denominada A.Q.M., cuyas siglas correspondían al nombre de uno de los miembros de la llamada Dinastía Meléndez Quiñónez, El Dr. Alfonso Quiñónez Molina.
4-) La “Dinastía-Meléndez-Quiñonez”, fue responsable de numerosas represiones contra el pueblo, durante el gobierno de Jorge Meléndez, 1919/1923, el ejército ametralló en 1921, una manifestación de vendedoras del mercado, quienes respondieron al ataque defendiéndose con piedras y palos contra los represores. El día de navidad de 1922 otra manifestación de mujeres políticas, simpatizantes del Partido Constitucionalista, encabezado por el Dr. Miguel Tomás Molina, fue encerrada en calles de San Salvador, y masacradas muchas de las manifestantes de aquel partido Azul, el mayor de la oposición. LA “DINASTÍA MELÉNDEZ-QUIÑÓNEZ”, fue el segmento final de la larga dominación directa del gobierno por los terratenientes y la oligarquía, que gobernaron de manera directa durante 106 años, desde el 15 de septiembre de 1821, cuando el pueblo conquistó la independencia, hasta 1927. En lo sucesivo la oligarquía y los terratenientes gobernaron “con gente de servicio”, manera despectiva con la que se referían a los militares. Lo hicieron desde el 2 de diciembre de 1931, con el golpe de Estado del Gral. Maximiliano Hernández Martínez, hasta el 16 de enero de 1992 con la firma del Acuerdo de paz, este segmento duro 61 años de dictaduras militares, aunque la oligarquía y los terratenientes, más el poder imperialista, mantuvieron y siguen manteniendo el poder económico, político y social. Ahí tiene usted los 199 años de la “famosa” independencia centroamericana, específicamente en lo que se refiere a El Salvador, a costa del sacrificio y la vida de millones de compatriotas.
30-09-2020
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