1-.
Estamos a pocos días de que se cumplan dos meses del último y más sonado
fracaso político electoral del FMLN; pero para ser precisos debemos decir,
último fracaso de la cúpula, o sea del pequeño grupo de funcionarios y
dirigentes “superiores” y “medios” que desde algún tiempo se apoderó de la
conducción de lo que antes fue esperanzador y robusto Frente Farabundo Martí
para la Liberación Nacional.
2.-
Durante estos casi 60 días, tanto nosotros como la gran mayoría del pueblo
salvadoreño, y no pocos grupos del exterior, hemos estado esperando las
explicaciones al respecto que la aludida cúpula y compañía está obligada a
hacer ante el conglomerado salvadoreño, que de muchas formas se preocupa por
los problemas de la nación, especialmente los que tiene que ver con la vida
económica y social de las clases trabajadoras y populares. Pero esto no ha
ocurrido y la espera e incertidumbres “¡de lo que dirán!” continúa en el más
profundo silencio.
3.-
Lo preocupante es el peligro que existe, de que la cúpula efemelenista, haya
decidido seguir el mal ejemplo de los grupos más recalcitrantes derechistas de
América Latina, que han adoptado como política no decir ni hacer nada ante
grandes problemas de sus países, ejemplos: a) Colombia, que congeló todo un
proceso de negociación de la Paz que involucró a miles de personas, incluidas altas
instituciones de las Naciones Unidas, y que en vez de llevarlo a la práctica se
ha dedicado a asesinar a connotados líderes campesinos, sociales y políticos, y
aumentar la producción de drogas y de narcotráfico. b) Brasil, cuya clase
derechista inventó delitos para terminar con las libertades democráticas de su
pueblo, incluida las del más grande Presidente que ha habido en aquel país,
Lula, injustamente preso. c) Chile, cuyo Presidente millonario es el promotor de
la idea de crear un ejército para la “liberación” de Sudamérica y represor del
pueblo Mapuche; sin mencionar al impostor traidor de Ecuador, Lenin Moreno, a Vizcarra
de Perú, y el de Paraguay. Todas estas oligarquías mencionadas y sus gobiernos
tienen en común producir las más brutales formas de neofascismo en nuestro
continente, atacar a Venezuela y entregar la soberanía de sus estados al
imperialismo yanqui, con traidoras conspiraciones contra el pueblo de Venezuela
que dirige heroicamente el Presidente Nicolás Maduro.
4.-
Las actuaciones de esas oligarquías y de sus gobiernos no nos extrañan, ya que
siguen el mandato directo del desprestigiado individuo que gobierna Estados Unidos. Lo que si nos extraña
que organizaciones como la cúpula del FMLN, guarden silencio ante el hecho que
comentamos, ya que estamos seguros de que el pueblo salvadoreño jamás adoptará
el silencio como práctica política, puesto que durante doscientos años de
historia esa no ha sido su opción y ha luchado en condiciones tan difíciles o peores
que las de hoy.
5.-
Esperamos que la cúpula del FMLN no cometa un error político más quedándose
callada, ni que esté tratando de esconder las causas de los fracasos políticos
sufridos, eso sería peor, y no haría sino aumentar un motivo más que lo
aislaría desproporcionadamente del pueblo salvadoreño. Esperamos que la cúpula
y los funcionarios se desliguen de las estructuras de conducción del FMLN, y
las entreguen a militantes que nunca ha estado involucrados como funcionario ni
como dirigentes de primera y segunda responsabilidad o señalados en problemas
de corrupción y arribismo político y que renuncien con toda claridad a seguir
dirigiendo algo que han demostrado con los últimos fracasos que no pudieron
hacer.
6.-
Es posible que no todos los de la “cúpula” hayan aprovechado los 60 días para
reflexionar acerca de lo que planteamos, pero creemos que habrá un grupo con
suficiente inteligencia y moral ciudadana para tomar la iniciativa y atender lo
que es una exigencia innegable en las voces del pueblo. En todo caso la
historia continúa, y dirá a quién condena y a quien absuelve de culpa.
El
Salvador, 22 de Marzo del 2019.
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