viernes, 27 de agosto de 2021

EN EL SALVADOR, EL PODER ECONÓMICO DOMINANTE LLAMA “INDEPENDENCIA PATRIA” A LOS 200 AÑOS DE JUSTICIA FUSILADA.

 RESUMEN HISTORICO

EN CUATRO ENTREGAS

(RESUMEN HISTÓRICO. Segunda de Cuatro Entregas)

¿QUÉ HISTORIA CONOCER PARA CAMBIAR A EL SALVADOR?

II.- CULMINACIÓN DEL PODER ECONÓMICO DE LOS TERRATENIENTES – OLIGARQUÍA.

 1.- LA GEOFAGIA (O HAMBRE DE TIERRAS) DE LOS TERRATENIENTES.

1-) El gobierno del Gral. Tomás Regalado, culminó el dominio terrateniente – oligárquico, al final del siglo XIX, 1899, y prolongó su administración hasta 1903. Aquel proceso social operado en la clase que dominó la actividad económica desde la Independencia de 1821, en lo fundamental había concluido su ciclo de acumulación de riqueza. El período aludido fue cerrado con broche de hierro, por medio de la “genial” idea de la oligarca Concha de Regalado que obsequió -décadas más tarde- al gobierno del Gral. Maximiliano Hernández Martínez, miles de cadenas para que sacarán a los presos a trabajar en obras públicas, y descontaran la comida que se comían en la cárcel.

La clase de los terratenientes afeudalados y aburguesados, al mismo tiempo, envejeció de modo natural convertida en monstruo odiado, pero temido. En las primeras dos décadas del siglo XX (1920) era evidente el agotamiento de las formas en que apoyaron su estilo de gobernar el país, poniendo en práctica una combinación de ataques de su poder económico con el poder político que detentaban. De aquel modo, habían logrado simplificar “su método” de enriquecimiento aplicando la voracidad sobre las tierras de los pequeños propietarios para arrebatárselas por cualquier medio, incluida “la cesión voluntaria” de los campesinos pobres a los terratenientes millonarios:

“Los hermanos Dueñas y Orellana utilizaron la coacción y la impunidad contra los campesinos para apoderarse de tierras ejidales y privadas, mediante una simulación de cesión voluntaria que, propiamente, era una coacción por la amenaza de violencia judicial, pues los ex-propietarios, para evitar procesos largos y onerosos, en que peligraba su libertad e integridad, se despojaron de sus terrenos, entregándolos al señor Pablo Orellana, miembro de la sociedad Dueñas y Orellana, quien les dio indemnizaciones menos que simbólicas”. (Licda. Geraldina Portillo: El Origen de la Burguesía Cafetalera: Caso La Libertad, Historia General de El Salvador, Editorial Nuevo Enfoque 2002).

2-) La concentración y centralización de la tierra y la riqueza que produce, en manos de un reducido grupo de familias terratenientes emparentadas con extranjeros, se convirtió en la roca situada en el centro del camino que obstaculizó durante todo el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, el progreso económico social y cultural del pueblo salvadoreño.

Los grupos de terratenientes que hasta 1886 tuvieron algunas diferencias ideológicas como conservadores y liberales, las borraron, y aquellas antiguas posiciones con matices de pensamientos diferentes, desaparecieron del todo.

La cúpula del poder oligárquico se convirtió en el centro político total que marcó el rumbo de la economía cafetalera ejercida en conjunto por unos y otros, como actividad principal mono-agro-exportadora, sin ningún tipo de diversificación ni valor agregado al café. Más de un siglo exportaron el grano tal como lo producía el sudor de las masas trabajadoras mal pagadas, y las tierras acaparadas por un pequeño grupo de voraces millonarios.

3-) La Constitución liberal de 1886 proporcionó estabilidad al gobierno hasta que el Gral. Tomás Regalado, dio un golpe de Estado en 1898 y asaltó la presidencia de la República. La oligarquía terrateniente no se regeneró jamás con respecto al ejercicio del gobierno, y todo el tiempo estuvo por encima de los poderes del Estado, y continúa estándolo hoy, ante los ojos de todas y todos por ser masas ignorantes –en la mayoría- de la propia historia nacional.

 

2.- La Dinastía Meléndez – Quiñónez

(1913/1927)

1-) La llamada “Dinastía Meléndez-Quiñónez”, se inició con la presidencia de Carlos Meléndez, el 9/2/1913. Asumió el gobierno después del asesinato del Dr. Manuel Enrique Araujo. El asesinato político a través de sicarios a sueldo fue una creación de los terratenientes salvadoreños afeudalados. En El Salvador, el pago de “cien pesos y la pistola” fue toda una institución de asesinar por encargo a precio fijo y por cualquier móvil.

2-) Los Meléndez-Quiñónez gobernaron durante 14 años. Su gestión tuvo como principal preocupación en sus seis gobiernos, administrar el atraso del país sobre la base de un modelo agro-exportador bastante agotado y con un pueblo carente de servicios de salud y educación suficiente, que mal vivía de cualquier modo, y que se aproximaba a una de sus crisis económico políticas que hizo historia, en un pueblo con el 75% de analfabetismo. Los Meléndez Quiñónez por ser agricultores cañeros, agregaron a los productos de exportación el azúcar destinado al mercado captador de divisas en el exterior. Otros productos agrícolas como el algodón y el henequén consumidos por las tejedurías casi artesanales, no tuvieran impacto económico significativo en la conformación del producto interno bruto.

3- ) Se trataba de una sociedad llena de contradicciones de todo tipo, pero el país se endeudó con grandes sumas ante la IRCA, Internacional Railways of Central América, y esta empresa imperialista intervenía directamente en los asuntos internos de El Salvador, incluso en el cobro de impuestos aduanales en puertos, sin embargo, en aquel periodo aumentó la pavimentación de la capital. Llegaron los primeros automóviles que pronto estuvieron compartiendo las calles empedradas con las carretas de bueyes cargadas de fruta, leña y leche, alternando con patachos de mulas en el centro de la capital. En aquel periodo también inició funciones en la capital salvadoreña la primera radioemisora centroamericana, denominada A.Q.M., cuyas siglas correspondían al nombre de uno de los miembros de la llamada Dinastía Meléndez Quiñónez, El Dr. Alfonso Quiñónez Molina.

4-) La “Dinastía-Meléndez-Quiñonez”, fue responsable de numerosas represiones contra el pueblo, durante el gobierno de Jorge Meléndez, 1919/1923, el ejército ametralló en 1921, una manifestación de vendedoras del mercado, quienes respondieron al ataque defendiéndose con piedras y palos contra los represores. El día de navidad de 1922 otra manifestación de mujeres políticas, simpatizantes del Partido Constitucionalista, encabezado por el Dr. Miguel Tomás Molina, fue encerrada en calles de San Salvador, y masacradas muchas de las manifestantes de aquel partido Azul, el mayor de la oposición. La “Dinastía Meléndez-Quiñónez”, fue el segmento final de la larga dominación directa del gobierno por los terratenientes-oligarquía.

 

3.- El Gobierno de Pío Romero Bosque.

(1927/1931)

Un presidente que escuchó una exigencia popular

El pueblo salvadoreño a partir de 1920, por medio de sus grupos más politizados se convirtió en crítico de las actuaciones políticas de la clase gobernante. La sociedad tenía entre su pensamiento más evolucionado nuevos contenidos, y los estudiantes universitarios de aquel período practicaban el civismo patriótico para orientar a la ciudadanía hacia el desarrollo de tareas democráticas de importancia nacional. En Opinión Estudiantil número 51 del 23/3/1929, leemos la exhortación que los universitarios formulaban al Dr. Pío Romero Bosque, que había prometido empezar a construir la democracia que los terratenientes y militares no habían permitido desde los tiempos de la Independencia. Los estudiantes universitarios, otrora dignos hijos del pueblo salvadoreño escribieron: “Si es verdad que el Señor Presidente Romero Bosque quiere ser el iniciador –como lo ha dicho varias veces de una era de cordura y de democracia semejante a la de Costa Rica, que declare si en las próximas elecciones, permitirá que realmente el pueblo escoja el sucesor suyo”. (Ítalo López Vallecillos, El periodismo en El Salvador, UCA Editores).

En efecto, el Dr. Pío Romero Bosque permitió que el pueblo escogiera el presidente que lo sucedió en el gobierno, y fue en las únicas elecciones democráticas y libres de la historia de El Salvador, el Ing. Arturo Araujo, a quien los militares traidores encabezados por el Gral. Maximiliano Hernández Martínez le arrebataron la presidencia a través de un golpe de Estado, de acuerdo a los mandatos de la oligarquía-terrateniente, el 2/12/1931.

5-) Dos años antes del inicio de la “gran depresión del capitalismo” que tuvo numerosas consecuencias para el pueblo, había asumido la presidencia de la República el Dr. Pío Romero Bosque. En la primera etapa de su administración tomó medidas de beneficio popular: a) Anuló el Estado de sitio heredado de la “Dinastía Meléndez-Quiñónez”. b) Restableció la libertad de reunión, la libertad de prensa, tránsito y decretó la amnistía política. c) La vigencia de aquellas libertades democráticas favorecieron las actividades organizativas y de movilización de la Federación Regional de Trabajadores de El Salvador, y de otras agrupaciones laborales y cívicas. d) Los trabajadores crearon sindicatos en varias ciudades. En el campo surgieron ligas campesinas que reinvicaban la reforma  agraria democrática. e) El gobierno de Romero Bosque aprobó la jornada laboral de 8 horas el 20/6/1929 que la movilización sindical y los trabajadores demandaban desde antes de 1920.

Las transformaciones democráticas no duraron mucho tiempo, porque enfurecieron y asustaron a la oligarquía terrateniente y al imperialismo de Estados Unidos que estaba en proceso de desplazar al imperialismo británico del país. Tanto la oligarquía como los yanquis exigían detener las medidas democráticas, y doblegaron la voluntad política de Romero Bosque que se vio obligado a tiranizar la segunda etapa de su gobierno.

Antes, Romero Bosque, había prestigiado a su gobierno, recibiendo al General César Sandino, a través de su Ministro de la Guerra, en el paso de El Agua Caliente en el municipio de Soyapango. Sandino se dirigía hacia México para conferenciar con el Presidente del país azteca.

 

4.- FARABUNDO MARTÍ FUE UN GRAN REFORMADOR DE LA SOCIEDAD CIVIL

(Nació en Teotepeque, Departamento de La Libertad 5/5/1893-1/2/1932)

6- ) Numerosos hechos internos y externos influyeron durante los primeros 32 años del siglo XX en el país. La situación económica que existía a principios del mismo no había variado, ya que se mantenía el mismo esquema oligárquico de dominio total. El país era un hervidero de nuevas ideas. Lo más importante fue la amplia actividad política y social que desplegó Agustín Farabundo Martí, en la  sociedad civil. En su corta existencia de sólo 39 años de edad, hizo florecer en el su seno social,  nuevos contenidos políticos generados en parte, por sus ideas de gran reformador político de la sociedad laboral y popular de Patriota revolucionario. Él, imprimió a las nuevas experiencias, estilos diferentes con respecto a los planteamientos y formas para impulsar las luchas por los trabajadores salvadoreños.

Las primeras tres décadas del siglo XX fueron aquí pletóricas de influencias políticas e ideológicas producidas por la Revolución de Octubre de 1917, en Rusia, abanderada por el prestigio mundial de Vladimir Ilich Lenin. América Latina y El Salvador no fueron  excepciones al flujo de pensamiento renovado que apuntaba sus baterías políticas hacia el imperialismo estadounidense en febril expansión. Las personas de pensamiento avanzado también estaban informadas de las ideas liberadoras, y agrarias de la Revolución Mexicana de 1910/1927, sobresaliendo la creación de las Escuelas Normales Rurales.

En Nicaragua el General César Sandino encabezaba al Ejército Defensor de la Soberanía de su patria, a fin de expulsar a los “marines” de Estados Unidos que habían invadido a su país con el objetivo de establecer allá una neocolonia.

7- ) Una de las crisis más profundas que conmovió a El Salvador estaba aproximándose sin ser atendida por los gobiernos terratenientes ensimismados en darle salida a sus ambiciones, a través de buscar formas de reprimir las inquietudes populares. Los efectos desastrosos marcaron de manera imborrable la historia del pueblo, me refiero a la “gran depresión del capitalismo” de los años 1929/1933. La mencionada crisis capitalista encontró a la economía salvadoreña dependiendo de manera exclusiva de la exportación de café, y el precio del grano cayó en el mercado de Estados Unidos, cuya quiebra comercial y financiera afectó al país. “La situación era tan grave que numerosos cafetaleros no recogían la cosecha, porque les resultaba más barato dejarla perder”. El gobierno cayó en insolvencia económica y financiera, al grado de no tener, liquidez para pagar los sueltos del  ejército y de la burocracia estatal.

8-) Las numerosas actividades que como reformador de la sociedad civil llevó a cabo Farabundo Martí constituyeron aportes invaluables. Fue un divulgador de las ideas marxista–leninistas. Su ejemplo de activista político sirvió en mucho para imprimir correctas orientaciones y objetivos concretos, a la lucha del pueblo, al practicar los planteamientos de clase para exigir las reivindicaciones de los trabajadores organizados y solidarios con la causa común de la liberación económica y social.

9- ) La creación del Partido Comunista de El Salvador, el 28/3/1930, constituyó en las primeras tres décadas del siglo XX, uno de los hecho político-cultural más importante del país. Sus grandes contribuciones en todas las actividades socio-culturales, deben sistematizarse y entregarse a las nuevas generaciones de patriotas. El importante papel que jugó la Universidad Popular, como institución educadora y formadora de cuadros culturales ha sido olvidado.

En las primeras 3 décadas del siglo XX el contenido socio-político de la sociedad salvadoreña estaba conformado, entre varios más, por los siguientes aspectos:

Los terratenientes aburguesados habían alcanzado la cúspide del dominio económico y político, coronado por la oligarquía que era el símbolo más notable de su política de exclusión económica y social. El poder de los oligarcas al final del siglo XIX, estaba convertido en el tapón cerrado del progreso del país que se quedó estacionado en la economía mono-agro-exportadora del café.

La llamada "Dinastía Meléndez-Quiñónez", última etapa del gobierno directo de los terratenientes, maniobró de varias maneras a fin de conciliar las contradicciones demasiado profundas en la sociedad salvadoreña cuya clase dominante, tuvo como eje consustancial de sus actuaciones, la política de excluir al pueblo de todos los órdenes del progreso social. A la mencionada "Dinastía", los tiempos del cambio se le pasaron, y nada o casi nada pudo hacer para aliviar la situación.

La sociedad salvadoreña de las primeras 3 décadas del siglo XX, estaba cargada de contenidos nuevos como reivindicaciones laborales; exigencias de empleo; de reforma agraria democrática; diversificación económica; la realización de iniciativas productivas y obras que propiciaran progreso social. Las exigencias de cambios políticos revolucionarios que al efectuarse en México y Rusia, encendían la imaginación de los grupos pensantes y progresistas, sindicalistas, obreros, estudiantes e intelectuales.

Desde 1920 en el país, hicieron presencia nuevas formas de lucha de la clase obrera como las huelgas económicas que eran incentivadas por los acontecimientos revolucionarios citados, y contaban con las acciones prácticas impulsadas por Farabundo Martí, miembro de la clase media ilustrada, estudiante de derecho, dirigente popular y agitador político natural, dotado de una vocación inclaudicable y un gran sentido de solidaridad entre los pueblos centroamericanos. A Farabundo Martí como organizador sindical y político no lo atemorizaba ni la dictadura local ni las centroamericanas que trataban de cercarlo. A pesar del estado de sitio que existía en el país, organizó la Liga Antiimperialista en 1926 para luchar contra el imperialismo, la opresión y el colonialismo, a fin de preservar la independencia nacional que era punto de sus objetivos de la lucha política. En cuanto creó la Liga Antiimperialista, solicitó afiliación con carácter de relaciones solidarias a la Liga Antiimperialista de América, y demostró las vigorosas posibilidades que tenía la unidad para efectuar acciones mancomunadas contra el imperialismo. En 1928 por invitación de la Liga Antiimperialista de América que tenía su sede en Nueva York, viajó a Estados Unidos. Era una organización perseguida por las autoridades estadounidenses. Farabundo Martí se encontraba en la sede de la Liga, cuando irrumpió la policía, y corrió igual suerte de detenido, como sus compañeros norteamericanos y de otros países. Protestó por la arbitrariedad que se cometía, y tal como era su personalidad, valiente, se comportó con dignidad, en los interrogatorios sin dejarse provocar por los policías represores. Farabundo Martí regresó a la patria para reintegrarse a la lucha de los trabajadores."Por decisión de la Liga Antiimperialista y la Federación Regional de Trabajadores de El Salvador, se dirigió al norte de Nicaragua con un grupo de salvadoreños encabezados por él. En junio de 1928 el barco que transportaba al grupo llegó a las costas de Nicaragua. Desembargaron cerca del baluarte de los rebeldes en el Depto. de Las Segovias. Allá se encontraron con el guía enviado por el Gral. Sandino. Al llegar al campamento de Sandino, éste salió al encuentro de Farabundo Martí con la mano extendida". (A. Petrujin y E. Churilov, Edit. Prog. Moscú 1983).

Farabundo Martí no sólo era un gran innovador de las formas de lucha de los trabajadores salvadoreños y centroamericanos, sino que tenía dominio de numerosas maneras de enfrentarse a los enemigos de clase. Desarrollaba la organización interna con la misma facilidad que tendía puentes de la solidaridad entre los luchadores políticos de uno y otro país. El amplio conocimiento que poseía de la crueldad con que actúan los enemigos de clase de los trabajadores, lo impulsaba a construir y fortalecer la unidad por encima de los intereses personales o de grupo. La valentía de Farabundo Martí era tan conocida como su inteligencia. Por ello, los enemigos de clase encontraron los pretextos para asesinarlo.

Este esbozo general de algunas actividades sociales, políticas y culturales realizadas por gente que actuó en condiciones concretas, trabajando, pensando y soñando en El Salvador, no es otra cosa que la base del ser social y cultural de lo que somos en los distintos aspectos políticos e ideológicos. Nos dan una idea de lo que ha sido el devenir real de la historia del pueblo salvadoreño. Nos enseña lo que ha hecho la clase dominante para acaparar poder, conservarlo, y al mismo tiempo valerse de muchas trampas para excluir y negar a las clases y grupos populares una vida democrática. Vemos también como las nuevas formas de lucha con sus tipos de contenido renovado aparecen en el seno de la sociedad en condiciones específicas. Los hombres y mujeres que estén interesados en cambiar la situación de la cultura de la opresión, por una cultura de inclusión y la liberación, deben aplicar su energía creadora a la transformación revolucionaria de la sociedad salvadoreña, apoyándose en las experiencias vividas. De lo contrario, podríamos presenciar de nuevo, como cobardes, los fusilamientos por la clase opresora de los nuevos Farabundos, que sin duda existen en las entrañas de nuestro pueblo que anhela cambiar de situación.

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