miércoles, 19 de enero de 2022

-II- NO HAY OTRA ALTERNATIVA QUE DESENMASCARAR LAS FALSEDADES Y MENTIRAS CON QUE SE HA CONTANDO NUESTRA HISTORIA, A LO LARGO DE 200 AÑOS

(Segundo de ocho artículos sobre este tema)



Ha llegado el momento de que en estas anotaciones de carácter crítico señalemos de modo enfático, pero con toda seriedad y partiendo de los testimonios originales, el papel hipócrita y hasta mentiroso que jugaron algunos de los llamados próceres y cuyos testimonios siempre fueron tenidos como verdades, aunque muchos de ellos constituyen mentiras evidentes a la luz de la historia; por ejemplo citamos estos:

1) Envueltos en falsos nacionalismos, los separatistas centroamericanos, luchaban por lograr el predominio local de las provincias (Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica). Había también simpatizantes de las tendencias anexionistas al imperio de Iturbide (México), principalmente aliados con la nobleza de Guatemala que no se conformaban con haber perdido el predominio de la antigua Capitanía General de Centroamérica.

El general salvadoreño Manuel José Arce, escribía Francisco Gavidia en 1888, “estuvo unido con la nobleza, clero y los conservadores del partido servil para volvernos nuevamente al dominio español, y luego luchar contra los ideales morazanistas”.

2) José Antonio Cevallos, en su obra Recuerdos Salvadoreños, refiriéndose a la Batalla de Milingo, dice: "Por último ha llegado el día 18 de mayo (1827) y el General Presidente (Manuel José Arce) ha comunicado sus órdenes para atacar por el punto más temible y comprometido que ocupan los salvadoreños, creyendo arrollarlos por el flanco derecho de los reductos de Milingo (al norte de la Capital San Salvador). Luego indica que "el desaliento y en seguida el desconcierto, se introduce en la columna de los guatemaltecos, que en lugar de avanzar sobre el enemigo, retroceden llenos de terror y espanto. Entonces entró en acción la mayor parte de sus tropas al mando del Coronel mexicano Don Tomás Sánchez, hombre valeroso y denodado; mas, ninguna suerte apetecible en aquel crudo combate para el servilismo de Guatemala, y la libertad de El Salvador". Luego de narrar la retirada del ejército asediado a Coajinicuilapa, dice: "Allí esperó Arce los nuevos refuerzos de Guatemala en una situación más aferrada de continuar la guerra contra El Salvador."

"El General Presidente (Manuel José Arce) da cuenta de su desastre con bastante desprecio de los salvadoreños; pues acusándolos de cobardía y de demasiado miedo a las balas federales, sienta en sus memorias, que lo vencieron en aquella jornada porque a sus tropas le faltaron municiones. Antes peor es esto para su fama militar conservada ilesa, hasta aquellos días, y perdida en lo sucesivo por sus notables equivocaciones en el modo de seguir y sostener la guerra que pudo contener, si su política, un tanto ruinosa, hubiera sido de carácter conciliador, como lo afirmaba en sus producciones oficiales y privadas."



Aquellos acontecimientos bélicos en los que fue derrotado el ejército federal comandado por Arce a manos de las tropas defensoras de San Salvador, originaron el cantar anónimo Glorias del Cantón Milingo, en el mismo se califica de tirano a Arce.

3) De lo que acabamos de exponer se desprende claramente que Manuel José Arce, tenido como prócer de la Independencia de El Salvador, no luchaba sinceramente por la independencia, sino que defendía intereses de su conveniencia de manera servil, tal como dice el testimonio del Historiador salvadoreño José Antonio Cevallos, recogido por Francisco Gavidia.

4) Si en 1823 el presidente estadounidense James Monroe y el Congreso en Washington hubieran recibido a los próceres salvadoreños Manuel José Arce y Juan Manuel Rodríguez, quizás la historia de El Salvador sería otra. Arce y Rodríguez llegaron a proponer la anexión de la provincia de San Salvador. (Puchica, Casi Somos Gringos, El FARO, Viernes, 18 de Marzo de 2011) ¡Qué clase de próceres de la independencia tuvimos, casi nos hacen gringos!

5) Para cerrar con broche de oro, recordemos que, quien dio el primer golpe de Estado en Centroamérica, al sabio hondureño José Cecilio Del Valle, fue Manuel José Arce, fundador del Ejército de El Salvador. De ahí aprendieron los militares salvadoreños la maña de ser golpistas.

Pero quien les quitó la maña de un solo tajo, de hacerlo en aquel país, fue el pueblo costarricense que en 1948, cuando militares de apellido Tinoco de origen salvadoreño, le dieron golpe de estado al Presidente Electo Democráticamente,  Don Francisco J. Orlich, en Costa Rica. El pueblo costarricense acabó con la maña golpista de los militares para siempre, eliminando a aquel ejército traidor. Ejemplo de patriotismo que debió haberse llevado a cabo en todos los países centroamericanos, donde los grupos de ricos capturaron el poder para su provecho personal.

Hasta aquí hemos señalado unas cuantas muestras de lo monstruoso y negativo que ha sido el ejército y sigue siéndolo contra nuestro pueblo.

 

(Los hechos históricos no pueden cambiarse y menos borrarse.

Hay que estudiarlos y analizarlos a profundidad para sacar de ellos experiencias y no cometer errores en la interpretación de la historia)

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Continuará.

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