miércoles, 21 de noviembre de 2018

LA POESIA DE ASCENDENCIA AFRICANA EN LA LUCHA POLÍTICO SOCIAL (Una luciérnaga contra el oscurantismo)


 
Nicolás Guillén

(Camagüey, 10/7/1902 - La Habana, 16/7/1989)


El disfrute del arte, de la literatura, la ciencia y la filosofía, coadyuva a la educación de la conciencia individual que contribuye a construir la sociedad solidaria y humanista en que necesita vivir la Especie Humana.
-VI- (Sexto de siete)
a)  "La poesía, de los negros" es fundamentalmente rebelde, B) Ellos lo reafirman en todo sus valores espirituales y culturales.
A veces creemos encontrar queja o dolorismo en la poesía de los negros, pero fundamentalmente no encierra estos conceptos. En la parte anterior hemos citado algunos poemas de Countee Cullen, que nos dejan esa impresión. Pero es el  tono religioso –de hondo misticismo en este poeta-, lo que afecta nuestros sentimientos. "La poesía de los negros" no es quejumbrosa. Siempre es portadora de un mensaje  rebelde: impreca, reta, amenaza, denuncia y reafirma en toda ocasión la voluntad indómita de la población negra. El dolor, la discriminación, el desprecio etc. todos estos elementos se fusionan y se transforman en energía:

"¿Madre por qué tú pariste a un hijo tan desgraciado?"
(Anónimo, cubano)

Así cantaba un poeta anónimo cubano cuando era discriminado por el sistema excluyente y racista. La esencia de estos versos es la denuncia de la injusticia. La tónica poética con que están escritos, puede sugerirnos dolor o fatalismo; pero recordemos, cada poeta tiene la suya para expresarse. Langston Hughes, por ejemplo, al ser discriminado se ríe, come bien y crece fuerte:

"Me mandan a comer en la cocina cuando llegan visitas,
más yo me río, como bien
y crezco fuerte"...

Otro poeta dice su mensaje en forma que nos parece humorística, pero que es muy seria:

"Los colocolos cantan,
y entre sus canciones usan los colocolos risa de color;
su rabiosa risa que en la sombra afirma que devora blancos...
que devora blancos
(copos de algodón)".
(Manuel del Cabral, dominicano)

La decadencia del sistema humillante es motivo de canto para otro poeta que tiende sus lámparas sobre la piel blanca y tersa de la "raza superior":

"Esos caballeros. . .
que ya no saben andar sobre la carne de sus pies
que ya  no saben contar  cuentos en las veladas..."
(Tírolien, Guadalupe excolonia francesa)

Antes lo hemos dicho: los "negros" utilizan todo cuanto está ligado a su devenir histórico y en la lucha del presente, es material vivo:

"¡Oh aurora de los tiempos, encendida!
¡Oh mar, oh mar de sangre desbordado!
El pasado pasado no ha pasado..."
(Nicolás  Guillén, cubano)

Los "negros" oponen su violencia revolucionaria, emotividad y fortaleza a todo lo que signifique sometimiento o clemencia. Nicolás Guillen, en cuyas venas canta la "sangre negra", nos lo confiesa frente a la muerte de otro negro:

"Jesús (Menéndez) nada dice, pero hay en sus ojos un resplandor de grávida promesa, como el de las hoces en la siega, cuando son heridas por él sol. Levanta su puño poderoso como un seguro martillo y avanza seguido de duras gargantas, que entonan en un idioma nuevo una canción ancha y alta, como un pedazo de océano. Jesús no está en el cielo, sino en la tierra; no demanda oraciones, sino lucha; no quiere sacerdotes, sino compañeros; no exige iglesias, sino sindicatos: nadie lo podrá matar..." (IX) Así es, Jesús Menéndez dirigente cañero caído en la lucha por la libertad, no podrá morir: "su raza" lo reivindica. 


ÁFRICA

África, mi África,
África de los altivos guerreros en las sabanas ancestrales,
África que mi abuela canta
Al borde de su río lejano,
Nunca te he conocido
Pero mi mirada está llena de tu sangre,
Tu bella sangre negra a través de los campos derramada,
La sangre de tu sudor,
El sudor de tu trabajo,
El trabajo de la esclavitud,
La esclavitud de tus hijos.
África, dime África,
¿Eres tú, pues, esa espalda que se inclina
Y se tiende bajo el peso de la humildad,
Esa espalda temblorosa con rayaduras rojas
Que dice sí al látigo, en los caminos del mediodía?
Entonces gravemente me respondió una voz:
-Hijo impetuoso, ese árbol joven y robusto,
Ese árbol allá lejos,
Espléndidamente solo en medio de flores blancas
Y marchitas,
Es África, tu África que reverdece,
Que reverdece pacientemente, obstinadamente,
Y cuyos frutos tiene poco a poco
El amargo sabor de la libertad.
DAVID DIOP:
Poeta senegalés, nacido en 1927. Murió en Dakar, en 1960.
“David Mandessi Diop fue uno de los poetas senegalés más prometedores de África occidental, conocido por su contribución al movimiento literario de la Negritud, que integraron varios poetas negros de habla francesa. Tal movimiento cultural en realidad tiene su tónica dentro de la poesía negra que reivindica a través del lenguaje francés penetrante, la filosofía de su postura anticolonial y su esperanza de una África independiente”.

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El Salvador, 21/11/2018.

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