(Cuarto
de diez)
Aquél fue un hecho histórico
cuya trascendencia es imposible negar. Fue obra del desarrollo
histórico-social, en su curso apareció el azar, ya que Cristóbal Colón y sus
acompañantes llegaron a nuestro continente y sus islas, por casualidad pues
nunca tuvieron como propósito arribar a occidente, sino a oriente. La puerta de
entrada fue Guanahaní y otras islas del Caribe, y de aquí se expandieron hacia
el territorio continental. Los hechos que ocurrieron cuando los españoles
recorrieron ese itinerario, contribuyeron en mucho a cambiar la historia de
Europa, y truncaron el curso de las civilizaciones originales existentes en
esta parte del planeta tierra.
Aquél hecho fue obra
igualmente de las limitaciones teórico-científicas de la época. En 1492, la
humanidad no poseía conocimientos en qué fundamentar sus acciones con seguridad
en el campo geográfico. Los navegantes exploradores de mares, que a la sazón eran
muchos en varias naciones, principalmente europeas y asiáticas, al efectuar sus
acciones prácticas se aventuraban en iniciativas que podrían resultar exitosas
o fracasar. Eran tiempos de ampliación del espíritu renacentista surgido en las
sociedades europeas que remontaban mil años de oscurantismo medieval, y se
empeñaban, la mayoría, en fortalecer su poder económico y político. Entre
algunos reinos europeos había surgido rivalidades por el dominio del mar, y
competían por sobreponerse el uno al otro. Portugal, por ejemplo, antes que España
había explorado costas de África occidental y colonizado algunos territorios,
Guinea, Madeiras las Azores, entre otros. Igualmente antes que España, creó la
escuela náutica para pilotos de veleros. La disputa por el dominio del mar
adyacente a las costas de ambos Reinos, motivó a España para apoyar la
iniciativa de Colón que según él la exponía, prometía mucho. El mismo proyecto
colombino había sido rechazado por Juan II de Portugal; y sin duda, como
monarca poseedor de mayores experiencias en la navegación, por ello lo calificó
de descabellado. Colón pretendía -como sabemos-, encontrar una ruta más corta
para llegar a territorios del extremo oriente o la India, navegando por el
occidente. Basaba su idea en la creencia de que el océano Atlántico, era muchas
veces más pequeño de lo que en realidad resultó ser. El proyecto del Genovés,
de arribar a las costas de Asia, donde por referencias sabía que gobernaba el
Gran Khan, rodeado de esplendor y riquezas, fue animado -entre otros-, por el
humanista italiano de la época, Paulo del Pozzo Toscanelli (1397-1482). La
tenacidad y astucia de Colón para relacionarse con personas cercanas a los
Reyes de España, por fin le dieron resultado ya que logró apoyo para su
empresa. Para otorgarle cuanto necesitaba, los soberanos españoles impusieron
las condiciones, y negociaron el proyecto colombino.
La bobalicona leyenda de que
Isabel la Católica empeñó sus alhajas para reunir fondos a fin de financiar el
viaje de Colón es otra de las ñoñerías que se cuentan en estos días, con
ocasión de cumplirse los 500 años de la llegada de los españoles a estas
tierras, dando a entender que la Reina de Castilla fue "iluminada" y
por ello hizo sacrificios extremos.
Cristóbal Colón, como casi
todos los navegantes de la época, contaban con conocimientos empíricos propios,
o de personas que los había esbozado en descripciones incompletas, o bien en
relatos directos o escuchados. Durante el Renacimiento europeo, muchos de los
fenómenos que habían ocurrido en la Edad Media, fueron re-examinados y
aprovechados los que tenían algún valor. En el contexto de los relatos y
experiencias de Marco Polo, se basaron numerosos viajeros, y las indicaciones y
sugerencias de Toscanelli para Colón no eran ajenas a esas fuentes. El Genovés
igualmente conocía otras, muchas, experiencias y teorías, incluyendo las de
Estrabón, antiquísimo geógrafo griego de principios de la Era actual, de
Claudio Tolomeo, etc. Por supuesto que la experiencia aún viva de personas que
tuvieran abundantes conocimientos acerca del mar, interesaban a Colón, que era
un comerciante práctico, pragmático convincente negociador. "Eran los
marinos de Palos, quienes mejor conocían el mar de Guinea, y quienes más tiempo
lo habían navegado. No es extraño entonces, que a Palos, fuese Colón, en busca
de tripulación y buques para su viaje".
En los tiempos en que Colón
se lanzó a su empresa, aún estaba muy lejos la geografía de configurarse como
ciencia del conocimiento del Globo Terráqueo, calidad que alcanzó, en lo
fundamental, al cerrarse el siglo XVII. Portugal y España colonizaron con
barcos de velas. Cuando la navegación superó el barco de velas, y lo sustituyó
con el barco de vapor, terminó la macro-exploración del Globo, o la búsqueda de
tierras grandes, por naciones con posibilidades de hacerlo, a fin de ocupar los
espacios sin dueño".
Quienes así escriben, en
estos países centroamericanos, quieren decir, "sin dueño europeo".
¡Oh maldita herencia de mentalidad colonizada y de ignorancia cultivada!
Visite mi
página web: tirsocanales.org
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