miércoles, 5 de diciembre de 2018

Descolonicemos nuestra conciencia: 2. UN HECHO HISTÓRICO, Y UNA JUGADA DEL AZAR.


(Cuarto de diez)
Aquél fue un hecho histórico cuya trascendencia es imposible negar. Fue obra del desarrollo histórico-social, en su curso apareció el azar, ya que Cristóbal Colón y sus acompañantes llegaron a nuestro continente y sus islas, por casualidad pues nunca tuvieron como propósito arribar a occidente, sino a oriente. La puerta de entrada fue Guanahaní y otras islas del Caribe, y de aquí se expandieron hacia el territorio continental. Los hechos que ocurrieron cuando los españoles recorrieron ese itinerario, contribuyeron en mucho a cambiar la historia de Europa, y truncaron el curso de las civilizaciones originales existentes en esta parte del planeta tierra.
Aquél hecho fue obra igualmente de las limitaciones teórico-científicas de la época. En 1492, la humanidad no poseía conocimientos en qué fundamentar sus acciones con seguridad en el campo geográfico. Los navegantes exploradores de mares, que a la sazón eran muchos en varias naciones, principalmente europeas y asiáticas, al efectuar sus acciones prácticas se aventuraban en iniciativas que podrían resultar exitosas o fracasar. Eran tiempos de ampliación del espíritu renacentista surgido en las sociedades europeas que remontaban mil años de oscurantismo medieval, y se empeñaban, la mayoría, en fortalecer su poder económico y político. Entre algunos reinos europeos había surgido rivalidades por el dominio del mar, y competían por sobreponerse el uno al otro. Portugal, por ejemplo, antes que España había explorado costas de África occidental y colonizado algunos territorios, Guinea, Madeiras las Azores, entre otros. Igualmente antes que España, creó la escuela náutica para pilotos de veleros. La disputa por el dominio del mar adyacente a las costas de ambos Reinos, motivó a España para apoyar la iniciativa de Colón que según él la exponía, prometía mucho. El mismo proyecto colombino había sido rechazado por Juan II de Portugal; y sin duda, como monarca poseedor de mayores experiencias en la navegación, por ello lo calificó de descabellado. Colón pretendía -como sabemos-, encontrar una ruta más corta para llegar a territorios del extremo oriente o la India, navegando por el occidente. Basaba su idea en la creencia de que el océano Atlántico, era muchas veces más pequeño de lo que en realidad resultó ser. El proyecto del Genovés, de arribar a las costas de Asia, donde por referencias sabía que gobernaba el Gran Khan, rodeado de esplendor y riquezas, fue animado -entre otros-, por el humanista italiano de la época, Paulo del Pozzo Toscanelli (1397-1482). La tenacidad y astucia de Colón para relacionarse con personas cercanas a los Reyes de España, por fin le dieron resultado ya que logró apoyo para su empresa. Para otorgarle cuanto necesitaba, los soberanos españoles impusieron las condiciones, y negociaron el proyecto colombino.
La bobalicona leyenda de que Isabel la Católica empeñó sus alhajas para reunir fondos a fin de financiar el viaje de Colón es otra de las ñoñerías que se cuentan en estos días, con ocasión de cumplirse los 500 años de la llegada de los españoles a estas tierras, dando a entender que la Reina de Castilla fue "iluminada" y por ello hizo sacrificios extremos.
Cristóbal Colón, como casi todos los navegantes de la época, contaban con conocimientos empíricos propios, o de personas que los había esbozado en descripciones incompletas, o bien en relatos directos o escuchados. Durante el Renacimiento europeo, muchos de los fenómenos que habían ocurrido en la Edad Media, fueron re-examinados y aprovechados los que tenían algún valor. En el contexto de los relatos y experiencias de Marco Polo, se basaron numerosos viajeros, y las indicaciones y sugerencias de Toscanelli para Colón no eran ajenas a esas fuentes. El Genovés igualmente conocía otras, muchas, experiencias y teorías, incluyendo las de Estrabón, antiquísimo geógrafo griego de principios de la Era actual, de Claudio Tolomeo, etc. Por supuesto que la experiencia aún viva de personas que tuvieran abundantes conocimientos acerca del mar, interesaban a Colón, que era un comerciante práctico, pragmático convincente negociador. "Eran los marinos de Palos, quienes mejor conocían el mar de Guinea, y quienes más tiempo lo habían navegado. No es extraño entonces, que a Palos, fuese Colón, en busca de tripulación y buques para su viaje".
En los tiempos en que Colón se lanzó a su empresa, aún estaba muy lejos la geografía de configurarse como ciencia del conocimiento del Globo Terráqueo, calidad que alcanzó, en lo fundamental, al cerrarse el siglo XVII. Portugal y España colonizaron con barcos de velas. Cuando la navegación superó el barco de velas, y lo sustituyó con el barco de vapor, terminó la macro-exploración del Globo, o la búsqueda de tierras grandes, por naciones con posibilidades de hacerlo, a fin de ocupar los espacios sin dueño".
Quienes así escriben, en estos países centroamericanos, quieren decir, "sin dueño europeo". ¡Oh maldita herencia de mentalidad colonizada y de ignorancia cultivada!

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