lunes, 6 de septiembre de 2021

EN EL SALVADOR, EL PODER ECONÓMICO DOMINANTE LLAMA “INDEPENDENCIA PATRIA” A LOS 200 AÑOS DE JUSTICIA FUSILADA III.- FINAL Y PRINCIPIO DE DOS FORMAS DE DOMINACIÓN POLÍTICA DE LOS TERRATENIENTES EN EL SALVADOR

 RESUMEN HISTORICO

El Salvador,  20 de Agosto 2021.

  (Tercera B de Cuatro Entregas)

 ¿QUÉ HISTORIA CONOCER PARA CAMBIAR A EL SALVADOR?

4-   TESTIMONIO DEL MAYOR A.R. HARRIS,

DIPLOMÁTICO DE ESTADOS UNIDOS

          “Poco tiempo después del golpe de Estado contra el régimen araujista el 2 de diciembre de 1931 -, el Mayor A.R. Harris, que había reemplazado al Cnel. Cruse, como Agregado Militar de los Estados Unidos en América Central, visitó El Salvador. Sus comentarios fueron los siguientes:

          “Una de la primeras cosa que se observan cuando uno llega al San Salvador, es la abundancia de automóviles de lujo que circulaban por las calles. Pareciera que sólo hubieran “Packards” y “Pierce Arrows”. No parece que exista nada entre estos carísimos vehículos y la carreta de bueyes guiada por el boyero descalzo. No existe prácticamente clase media alguna entre los inmensamente ricos y los pobres de solemnidad. La gente con la que hablé me dijo que aproximadamente el 90% de la riqueza del país la posee el 0.5% de la población. Entre 30 o 40 familias son propietarias de todo el país. Viven con esplendor de reyes rodeados de servidumbre, envían a sus hijos a educarse a Europa o a Estados Unidos y despilfarran el dinero en sus antojos. El resto de la población prácticamente no tiene nada… Me imagino que la situación actual de El Salvador se asemeja mucho a la Francia, Rusia y México, antes de su revolución. La situación está madura para el comunismo  y los comunistas parecen haberse dado cuenta de ello. El 1°de diciembre de 1931, había en el Correo de San Salvador 3,000 libras de literatura comunista proveniente de Nueva York, confiscada por las autoridades postales en el transcurso de un solo mes. Las autoridades parecen comprender que la situación es bastante peligrosa y se encuentran muy alertas en su lucha contra las influencias comunistas. Una cosa que les ayuda es que la gente nunca está hambrienta. Los pobres siempre pueden conseguir fruta y verduras gratuitamente y pueden robar madera para el fuego… Además, como nunca han tenido nada, no tienen tan aguda la necesidad de las cosas que les hacen falta. (Finley, encargado de negocios destacado en El Salvador había notado que Miguel Dueñas, “el mayor latifundista de El Salvador”, sólo pagaba Ȼ5,000.00 anuales de impuestos, cuando debería estar pagando unas diez veces esa cantidad). Una revolución socialista o comunista puede retardarse por varios años en este país, digamos diez o veinte años, pero cuando por fin suceda va a ser sangrienta”.

          “Hasta aquí los comentarios del Mayor Harris, aunque él no podía imaginarse cuan rápidamente serian cumplidas sus predicciones acerca del baño de sangre.” (Obra citada, del Cnel. Mariano Castro Morán, Págs. 127/128)

 

5-   ALGUNAS CUESTIONES TENIDAS COMO “CAUSAS”

“Las causas fundamentales de la rebelión comunista ya las mencionamos, pero hay que insistir en el profundo antagonismo existente entre los campesinos y los terratenientes, pocas veces notado por estos últimos debido a las actitudes simuladas por los primeros. Además existía un problema racial bien definido en la zona  del departamento de Sonsonate y alrededores, donde chocaban las culturas ladinas e indígenas, por más que insista en la homogeneidad de la raza salvadoreña. A todas estas habrá que agregar las de carácter económico: el colapso de la gran depresión o crisis mundial 1929-1932, el monocultivo del café, habiendo llegado su precio en el mercado mundial a la ínfima cantidad de Ȼ10.00 el quintal. Finalmente como causa política podemos señalar la falta de vivencia de la democracia, los regímenes oligárquico-dictatoriales y la incomprensión gubernamental, no sólo dificultó sino que impidió a los salvadoreños seguir una vida política normal”.

“En cuanto a los líderes comunistas –Farabundo Martí, Rafael Bondanza, Ismael Hernández, Miguel Mármol y sus más inmediatos seguidores-, parece que actuaron por su propia cuenta, con muy poca dirección y ayuda de parte del movimiento comunista internacional. Si bien es cierto que recibieron toneladas de propaganda comunista desde Nueva York y pequeñas cantidades de dinero, la rebelión fue esencialmente autónoma. Rusia nada más les sirvió de inspiración”.

          “Hay una tesis que afirma que la rebelión no fue planteada en lo más mínimo por los comunistas sino que fue provocada por el gobierno del Gral. Hernández Martínez, quien en forma deliberada cerró todos los caminos para los cambios sociales y políticos, no dejando otra vía más que la insurrección”.

          Abel Cuenca en su libro “Democracia Cafetalera” dice que “desde el golpe de Estado del 2 de diciembre de 1931, el Gral. Hernández Martínez comenzó a preparar la maquinaria represiva del Estado, la policía, la guardia, el ejército, los jueces, el estado de sitio, etc., con la firme determinación de ahogar a sangre y fuego el movimiento campesino de masas. El Partido Comunista que había sido recientemente organizado en El Salvador por un grupo pequeño de hombres muy dedicados, pero ideológica y políticamente muy débiles, hizo esfuerzos sobrehumanos para colocarse a la cabeza del movimiento popular y canalizar el descontento de las masas. Pero fracasó. El 22 de enero comenzó la insurrección, hábilmente provocada por el gobierno, que se había negado a reconocer los triunfos de los trabajadores en las elecciones municipales. La insurrección perdió toda dirección y se desgastó en una amplia y caótica serie de actividades, ejecutada por bandas de hombres semi-armados, que fueron sofocados rápida y sangrientamente por el gobierno”.

Mauricio de la Selva en su libro “Lucha”, considera que la “la rebelión comunista era un plan del Gral. Hernández Martínez para obtener el reconocimiento de su gobierno por parte de los Estados Unidos, enarbolando la bandera del anticomunismo”.

Incluso, dice que “el Presidente envió de regreso a sus pueblos y caseríos a reclutas del ejército,  para que hicieran correr el rumor de que él quería reformas pero que los ricos no las tolerarían a menos que un fuerte movimiento de masas campesinas los hicieran cambiar de opinión”. Dice, además, que por otra parte, “los dirigentes del Partido Comunista trataron de evitar el clamor de los pobres que exigían una rebelión inmediata. Finalmente, Martí fue presionado a ordenar el alzamiento para la noche del 22 de enero, cayendo así en la trampa de Maximiliano Hernández Martínez”.

El Dr. Alejandro Dagoberto Marroquín en su libro “Crisis” sugiere la posibilidad de que “el Gral. Hernández Martínez temiera un ataque del Partido Laborista con base en Guatemala, coordinado con un levantamiento en masas de los campesinos en apoyo al Ing. Arturo Araujo y, por lo tanto, decidió precipitar la rebelión, culpar de ella a los comunistas que estaban adquiriendo fuerza y reprimirla violentamente. Esto impediría que Araujo pudiera utilizar masas para retomar el poder, destruiría el movimiento comunista y le ganaría amistades en el extranjero”. Continúa diciendo el Dr. Marroquín que “la trampa consistía en permitir que se celebraran las elecciones municipales con la participación de los comunistas, pero al mismo tiempo en provocar incidentes y echarle la culpa a ellos. Además de lo anterior, por miedo al comunismo. Martínez organizó la Guardia Civil de Santa Ana en forma de “guardia blanca”. Como último paso, capturó  a Martí, Luna y Zapata, e hizo circular rumores acerca de su inmediata ejecución, para que los campesinos, que querían a Martí, se levantaran en rebelión”.

Todas esas versiones consideran al Gral. Hernández Martínez, poseedor de una mente demoniaca, capaz de realizar las peores intrigas. La realidad es que los acontecimientos de enero de 1932, como en los de diciembre del año anterior, que lo llevaron al poder, fue lo suficientemente listo como para dejar que los hechos siguieran su curso, y una vez surgido el caos, capitalizar la base de los errores de otros.

          Es muy posible que Martí haya decidido la rebelión, tan pronto como el Gral. Hernández Martínez subió al poder, pues con la feroz dictadura que impuso este último, había que hacer un esfuerzo desesperado para echarlo del poder antes de que lograse consolidarse. Además, Martí recordaba lo que le había escrito a un amigo desde las montañas de Nicaragua, cuando se encontraba en compañía de Sandino: “Cuando la historia no se puede escribir con la pluma se debe escribir con la espada”.

          Las elecciones municipales y legislativas se fijaron para el 3, 4 y 5 de enero de 10, 11 y 12 del mismo mes, respectivamente. Se efectuaron en un clima de violencia y fueron fraudulentas habiendo actuado el gobierno con poca o ninguna honestidad. Efectivamente fue una comedia electoral en la que ya se habían predeterminado los resultados. Las elecciones se suspendieron en muchas poblaciones del país. Donde se sabía que el partido Comunista era fuerte”. (Obra citada, del Cnel. Mariano Castro Moran, Págs. 127/131)

 

6- ) Síntesis Temática

Para comprender mejor los acontecimientos económicos, sociales y políticos de diciembre de 1931 y de enero y de febrero de 1932, conocidos como los “sucesos del 32”, exponemos estos aspectos:

1.-) Entre las principales contradicciones objetivas, estaba la situación de la tenencia de la tierra que había sido concentrada como propiedad por un reducido grupo de terratenientes-oligarcas.

2.-) El monocultivo del café para la exportación a Estados Unidos que empleaba trabajadores en distintas labores del ciclo productivo durante todo el año, se quedó sin mercado que lo comprara.

3.-) Cuando la crisis de la “depresión” del capitalismo de 1929/1933, llegó a fondo, evidenció la dependencia de la economía salvadoreña de la venta del café, a tal grado que afectó a todo el país, paralizó la administración  pública y contribuyó a propiciar una hecatombe social que costó más de 30,000 vidas al pueblo.

4.-) Al no tener trabajo en la ocupación principal que lo empleaba, y  en lo que estaba acostumbrado a hacer, el pueblo se desesperó por el hambre familiar entre la pobreza extrema.

5.-) Al no tener tierra para sembrar maíz y fríjoles que constituyen los cereales fundamentales de la dieta popular, los campesinos la exigieron para sembrar. La geofagia generada por el acaparamiento de la tierra, creó una especie de elemento psicológico orgánico entre los terratenientes, que ha producido horribles tragedias en el pueblo y afectado a toda la sociedad salvadoreña en el curso de la historia. La tierra en El Salvador se convirtió por efectos de la voracidad terrateniente, en poder político de “vida o muerte”, para ellos; y en tabú mortal, para los campesinos que viven de trabajarla.

6.-) Durante enero de 1932 varios líderes populares pidieron dialogar con el  Gral. Maximiliano Hernández Martínez, presidente de facto, pero éste se negó a escucharlos, y en vez de satisfacer las demandas de diálogo, respondió con represión caracterizada por la crueldad.

7.-) La desproporción de la fuerza militar y política represiva con que la derecha aplastó los brotes de descontento popular ratificó los métodos y formas criminales del estilo con que tradicionalmente los terratenientes reprimieron al pueblo a lo largo de la historia, al mismo tiempo que le robaban tierras y bienes, lo reprimían y le negaban sus derechos.

8.-) La presencia de las formas de democracia política por primera vez en El Salvador, en 1931, fue aprovechada por varios partidos políticos y grupos sociales, que participaron a fin de obtener espacios políticos, y darle vigencia a un derecho que les había sido negado durante toda la historia, por la clase dominante dictatorial que se adueñó del gobierno. La situación desesperada por el hambre no permitió a ninguna fuerza política o individuo, reflexionar acerca de la incompatibilidad de la proliferación de ideas políticas explosivas con la crisis económico-social generaliza. Aquella situación contenía la presencia de fuerzas políticas  enemigas de clase que se disputaban el ascenso al poder. Entre las muchas fuerzas o grupos políticos que participaron en las elecciones libres y democráticas, patrocinadas por el gobierno del Dr. Pío Romero Bosque, citamos algunos de sus candidatos a presidente: “Gral Antonio Claramount Lucero, Dr. Enrique Córdova, Dr. Miguel Tomás Molina y el propio Gral. Maximiliano Hernández Martínez” (Roque Dalton, Miguel Mármol).

9.-)  Las formas de organización gremial y sindical que grupos de obreros, trabajadores, artesanos y campesinos habían creado, jugaron un papel positivo impulsando el desarrollo de las ideas de justicia social, y del papel, que las masas debían jugar en la sociedad.  En importante grupos laborales, políticos e intelectuales se había desarrollado la conciencia política-social con bastante amplitud.

10.-)  El Ing. Arturo Araujo que había estudiado en Inglaterra, ganó las elecciones presidenciales de 1931 divulgando la doctrina laborista que en aquel período tenía mucha aceptación en Europa, y aquí no fue la excepción.

11.-)  Se explica que en un país de trabajadores que nunca había tenido libertad de manifestación electoral, proliferaran las ideas democráticas y políticas, durante los 9 meses del gobierno presidido por el Ing. Arturo Araujo.

12.-)  Aquel período de la historia de El Salvador parecía encarnar numerosos despropósitos, ya que el gobierno golpista de Maximiliano Hernández Martínez, decretó la realización de elecciones en medio de una crisis económica de enormes proporciones, desempleo, hambre, descontento, discusiones de todo tipo de ideas políticas, radicales, socialistas… circulando en el país. “El decreto sorpresivo de Hernández Martínez ordenaba que las elecciones para alcaldes y concejos municipales, debían celebrarse el 3 ó 5 de enero de 1932. A los partidos burgueses les habían avisado de esta fecha con anticipación, a fin de que se nos adelantarán”. “(Roque Dalton, en Miguel Mármol)”.

13.-) Había indecisión de participar o no en las elecciones, entre grupos del Partido Comunista que se había fundado sólo año y medio antes. El manejo electoral del gobierno de facto de Hernández Martínez, propició que se creará una situación de anarquía muy difícil de entender y orientar. Los militares creaban su propio escenario para tener el pretexto de invocar “el deber de imponer el orden” a través de la matanza de civiles desarmados.

14.-) Unos grupos discutían si participaban o no en las elecciones del 3 o 5 de enero próximo, mientras otros opinaban que en vez de hacerlo debían impulsar la insurrección popular. Otros preparaban una huelga general por regiones. Los que favorecían la vía insurreccionalista movilizaban a sus agrupaciones políticas, sindicales o gremiales, pero no militares, al mismo tiempo que preparaban algunas armas y explosivos de fabricación casera.

15.-) En lo referente al papel que debía jugar el Partido Comunista no había claridad, ni unidad de criterio político entre sus miembros. En realidad no estaba preparado para dirigir ningún tipo de insurrección, ni siquiera local, ya que en ningún momento tuvo organización militar, como partido, ni la tuvieron otras organizaciones. De la disposición a sacrificar la vida de dirigentes y grupos organizados, nadie debe dudar: eran todo corazón pero no disponían de la fuerza militar y material necesaria para acompañar aquellos sentimientos de patriotismo y valentía revolucionarios. Sin embargo, la realidad demostró después, que era distinta, de cómo era percibida por muchos luchadores políticos.

16.-) En medio de aquella situación indefinida  algunas fuerzas políticas protagónicas, aplazaron por segunda vez la “insurrección” que, según “la voz pública” estaban organizando. Tanto algunas agrupaciones de carácter popular, sólo conocidas como “masa enardecida”, sin ideología definida, como el inexperto Partido Comunista, fueron sorprendidas y capturados varios dirigentes comunistas, entre ellos Farabundo Martí, Alfonso Luna y Mario Zapata, en un mismo sitio del Barrio San Miguelito de San Salvador. Lo más probable es que, fueran capturados el 20/1/1932. Al respecto, Miguel Mármol, declaró, “Era ya 20 de enero y no había una información completa de los medios materiales y humanos con que contábamos… Ignorábamos lo fundamental de la dislocación y los movimientos de las fuerzas enemigas a nivel nacional, y sólo teníamos datos esporádicos y no relacionados dentro de un marco general” (Roque Dalton, Miguel Mármol). La detención de Farabundo Martí, dejó al partido comunista sin los contactos de los posibles aliados que estaba organizando con grupos de oficiales de alta en varios regimientos del país.

17.-) La situación de indecisión, la falta de unidad y plan de acción definido, al mismo tiempo que violó todas las reglas revolucionarias de la guerra, alertó a los terratenientes y al gobierno de Hernández Martínez, que había decretado el Estado de sitio y tomado las medidas necesarias para impulsar la represión contra los grupos en movimiento. Además el gobierno de facto necesitaba el reconocimiento del gobierno de Estados Unidos, y estaba dispuesto a obtenerlo perpetrando la represión contra todo grupo que diera muestras de “insurrección”. Lo desproporcionado de la represión militar del régimen contra el descontento popular demostró en sólo 10 días, los verdaderos propósitos de los terratenientes y los militares. Farabundo Martí, Alfonso Luna y Mario Zapata, fueron detenidos el 20/1/1932, y el 1/2/1932, antes de dos semanas de haber sido apresados, fueron asesinados por fusilamiento, acusados sin pruebas reales de “incitación a la rebelión”. El pueblo no los auxilio por estar desorganizado.

18.-) No se han precisado todas las fechas y sitios de las matanzas de grupos del pueblo y de dirigentes campesinos como Francisco Sánchez, Feliciano Ama y otros, pero las fotografías que se conservan de las fosas comunes llenas de cadáveres son estremecedoras. El pueblo salvadoreño, mujeres y hombres, tiene comprometida la memoria de no olvidar jamás el martirio de aquellos miles de víctimas inocentes a quienes sacrificaron los terratenientes y los militares, sus instrumentos de muerte.

19.-) El método y forma de represión de los terratenientes y de los militares no fue improvisado, sino la repetición de viejas prácticas por ellos utilizadas durante todo el siglo XIX, fueron las mismas formas criminales utilizadas en la represión y matanza contra el pueblo de Anastasio Aquino.

 

7- ) Masacre Confesada de los Militares.

En concordancia con las prácticas intervencionistas de aquel período, por Estados Unidos en los países centroamericanos y del Caribe, arribaron al Puerto de Acajutla, tres barcos de guerra dotados con millares de soldados “marines”, listos para desembarcar y sumarse a la represión en poblaciones del Depto. de Sonsonate, en la zona de Izalco y Nahuizalco, municipios donde hubo manifestaciones de campesinos que seguían a sus líderes nativos, como Feliciano Ama y Francisco Sánchez. Los represores militares, de acuerdo con las exigencias de los terratenientes, efectuaban matanzas indiscriminadas de campesinos de la región, y los enterraban en fosas comunes sin mediar trámite legal alguno. Los comandantes de las naves estacionadas en Acajutla enviaron mensajes al gobierno de Hernández Martínez, y fue el Gral. José Tomás Calderón, Jefe de operaciones del Ejército Salvadoreño quien les contestó diciéndoles que en solo el día anterior a la fecha del mensaje de respuesta y agradecimiento, “el ejército había liquidado a 4,600 comunistas”, y que por tanto, el gobierno estaba en condiciones de pacificar el territorio de El Salvador con las fuerzas propias. Aquellas actuaciones de terror, de capturas y ejecuciones de hecho, llevaron la situación a niveles de una tragedia histórico-nacional, al haber asesinado a un alto porcentaje de la población aborigen de la zona. El terror militar fue tanto que numerosos pobladores se despojaron por temor a la represión, de sus vestimentas tradicionales como el “cotón”, camisa de manta, el sombrero de palma y los “caites” o calzas de cuero crudo, y no volvieron a vestirlas más. Los militares cometieron, según investigaciones científicas, un auténtico genocidio contra sus mismos conciudadanos. Izalco, Colón, Nahuizalco, Ataco, Tacuba, Juayua, Apaneca, Jayaque, Talnique, Teotepeque, Armenia, Ateos, fueron durante mucho tiempo poblaciones traumadas, donde las ejecuciones de los militares contra la gente humilde sembró terror mortal durante tres décadas. Fue hasta el aparecimiento del Partido Comunista reconstruido en los años 1950, que se volvió a hablar de aquella tragedia de matanzas del 1932, y se emprendieron las investigaciones sobre los sucesos, y acerca de Farabundo Martí.

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La próxima entrega será la cuarta y última de este documento.

Esperamos sus comentarios, siempre con el mismo entusiasmo que los hace.

 

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