lunes, 7 de febrero de 2022

-VII- SESENTAIUN AÑOS DE MONSTRUOSA DICTADURA OLIGÁRQUICO-MILITAR IMPUESTA AL PUEBLO SALVADOREÑO

                            (Séptimo de ocho artículos sobre este tema)               

8.- La lucha estudiantil se amplió y se alió con varios  grupos de la Universidad de El Salvador, y pronto se vio fortalecida con la solidaridad de grupos sociales que participaban apoyando las demandas estudiantiles y universitarias, entre otras por obtener el presupuesto universitario mayor, pues el que tenía para funcionar la Universidad era insuficiente. Las actividades universitarias contando con la solidaridad popular se ampliaron y creció el nivel de las propuestas populares, al grado de que el ejército invadió la Universidad de El Salvador acompañado de la policía y otros cuerpos represivos, el 2 de septiembre de 1960. En aquella oportunidad la  Universidad de El Salvador estaba situada en su antigua sede, entre la séptima y quinta avenidas sur, o sea en el centro de San Salvador, en las instalaciones que ocupara un afamado colegio que sería “Colegio de la Asunción”.

9.- En cuanto entró a la Universidad de El Salvador, el ejército buscó al Rector que era el Dr. Napoleón Rodríguez Ruiz, y la emprendieron a garrotazos contra él, e hicieron lo mismo con el Secretario General Dr. Roberto Emilio Cuellar Milla. En aquella ocasión el ejército asesinó al estudiante universitario Mauricio Esquivel Salguero quien también era empleado de la Librería Universitaria.  Aquella situación agravada condujo a otras organizaciones a participar en la lucha, se pusieron de acuerdo y le dieron golpe de estado al Cnel. José María Lemus. Se formó una Junta Cívico-Militar, encabezada por el Dr. Fabio Castillo Figueroa, el Dr. Rene Fortín Magaña, y el también Dr. Ricardo Falla Cáceres, y los Coroneles César Yanes Urías y Roberto Castillo, constituyeron el grupo que asumió el gobierno. El Ministerio de Educación fue asumido por el Dr. Fabio Castillo Figueroa y la Dra. Marina Sánchez de Quezada.

10.- La junta revolucionaria cívico-militar que encabezó el Dr. Fabio Castillo Figueroa y otros, gobernó del 16 de octubre de 1960 hasta el 25 de enero de 1961, o sea 90 días. Fue derrocada por un grupo de militares que se reunieron en el Cuartel San Carlos juntamente con la misión militar de Estados Unidos que de manera descarada coordinaba el golpe de estado contra la Junta Revolucionaria Cívico-militar. A la altura del proceso ocurrió una situación muy especial para la historia de El Salvador, ya que el imperialismo de Estados Unidos trajo de urgencia al Cnel. Julio Adalberto Rivera que estaba estudiando en la Escuela Panamericana o sea en la Escuela de las Américas, donde formaban a las nuevas generaciones de dictadores militares.

El Cnel. Julio Adalberto Rivera fue el fundador del nefasto Partido de Conciliación Nacional, PCN, que inició un nuevo periodo de dictadores militares en El Salvador que causó profundo daño al cortar los indicios de democracia que habían empezado a surgir en el pueblo salvadoreño, con la actuación de la Junta Revolucionaria de Gobierno. Aquellos fueron tiempos muy interesantes y de gran agitación porque la oligarquía, los militares, los terratenientes y demás grupos derechistas, temblaban de miedo sabiendo que a solo 1000 kilómetros de El Salvador estaba teniendo lugar la impetuosa impronta de la gran Revolución Cubana, encabezada por el Dr. Fidel Castro Ruz, su hermano Raúl y el Comandante Ernesto Che Guevara, y que había triunfado el 1º de Enero de 1959. Aquellos fueron tiempos esperanzadores que levantaron la moral en los pueblos de América Latina, que empezaron a imaginarse y a crear grupos guerrilleros en varios países latinoamericanos.

Las fuerzas reaccionarias parecían ver que El Salvador se estaba convirtiendo en una segunda Cuba, ya que esta realizaba la reforma agraria, la reforma urbana y había derrotado con las armas en la mano al más grande ejercito de América Latina, el cubano, organizado, entrenado y armado por el ejército de los Estados Unidos.

11.- El Cnel. Julio Adalberto Rivera se estrenó como fundador del Partido de Conciliación Nacional, PCN, efectuando una sanguinaria represión contra el pueblo en la Avenida España el 25 de enero de 1961. Entre las muchas cuestiones que ocurrieron aquel año sucedió que un salvadoreño a punto de morir escribió la palabra “libertad” en el asfalto de la Avenida España. Después de haberlo llevado a la Plaza Libertad se conoció su nombre, era Rodolfo Rivas Guardado. A partir de entonces el Cnel. Julio Adalberto Rivera inició la enorme represión política a todos los niveles contra las centrales obreras que eran muy fuertes y que se denominaban Confederación General de Trabajadores Salvadoreños, CGTS, Federación Unitaria de Sindicatos Salvadoreños, FUSS, y otras. El Cnel. Julio Adalberto Rivera igualmente arremetió contra el movimiento estudiantil universitario, el movimiento estudiantil de secundaria, fraternidad de mujeres salvadoreñas y las organizaciones del campo, que levantaban la bandera de la reforma agraria.

Con el Cnel. Julio Adalberto Rivera, empezó también una gran campaña anticomunista divulgando la tesis recién inventada por el imperialismo del enemigo interno, el imaginado enemigo interno no era más que las organizaciones populares salvadoreñas y los pueblos latinoamericanos en amplia solidaridad.

 

 



MANIFIESTO HISTÓRICO EN NOMBRE DEL PUEBLO SALVADOREÑO:
ANTE LOS SESENTAIUN AÑOS DE MONSTRUOSA DICTADURA OLIGÁRQUICO-MILITAR IMPUESTA AL PUEBLO SALVADOREÑO


(DEDICADO CON PROFUNDO SENTIMIENTO HUMANO A TODOS LOS FAMILIARES DE LOS MILES DE COMPATRIOTAS DESAPARECIDOS Y ASESINADOS POR LOS MILITARES, DURANTE, ANTES Y DESPUÉS DEL CONFLICTO ARMADO)


1.- El pueblo salvadoreño se propuso, luego de conocer gran parte de los destrozos causado los militares sobre el pueblo desarmado a lo largo de toda la historia, como reivindicación justa, eliminar definitivamente al ejército.

La población joven, las mujeres, los ancianos, los trabajadores y trabajadoras, intelectuales, sindicalistas, estudiantes, campesinos y demás integrantes del pueblo, de la ciudad y el campo, hemos sido víctimas de la conducta invariablemente criminal y asesina de los militares. En consecuencia, nuestro pueblo debe terminar con el abominable enemigo que ha estado alimentado durante más de 200 años.

2.- Los cuantiosos recursos que se gastan en mantener al ejército criminal, deben ser mejor utilizados siendo invertidos en la educación de la niñez, la juventud, la salud, la vivienda, el agua potable, la seguridad, la agricultura, y la alimentación popular, a fin de acabar con la miseria en que vive el pueblo trabajador.

3.- El pueblo salvadoreño no debe continuar gastando cientos de millones de dólares anuales de recursos en el ejército, puesto que no le reporta ninguna utilidad como fuerza social productiva, ya que, tan altas sumas de dinero sólo las han utilizado para causar enorme dolor y muerte a la población. La tarea principal de toda la nación salvadoreña debe ser, reeducarlos en instituciones que les enseñen a trabajar para que aprendan por fin a ganar mediante trabajos legítimos sus formas de vida y se conviertan en individuos de utilidad pública necesaria.

4.- En uso de nuestro legítimo derecho como familiares y víctimas de los asesinados y desaparecidos: la juventud, la tercera edad, los estudiantes universitarios, los periodistas, intelectuales, las mujeres, los maestros y sus alumnos de primaria y secundaria, los sindicatos y sus dirigentes, las universidades y sus docentes y todos los trabajadores y trabajadoras del pueblo en general, debemos divulgar las ideas expuestas en este manifiesto y aportar otras a fin de cumplir con suficiente representatividad los objetivos patrióticos de este documento.

En honor de los 90 años de vidas arrebatadas a los compañeros, Farabundo Martí, Alfonso Luna, Mario Zapata y de todo el pueblo salvadoreño.

Esperamos sus ideas a fin de mejorar el contenido de esta propuesta.

Tirso Canales e Intelectuales Revolucionarios del pueblo salvadoreño.

El Pueblo Salvadoreño, 1 de febrero de 2022.

 (Los hechos históricos no pueden cambiarse y menos borrarse.

Hay que estudiarlos y analizarlos a profundidad para sacar de ellos experiencias y no cometer errores en la interpretación de la historia)

www.tirsocanales.com

edicionesculturales@yahoo.com

Continuará. Esperamos sus comentarios.

 

 

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